jueves, 12 de abril de 2012

Comentario sobre la obra de Truman Capote




Nadie podría imaginarse que, al leer este relato o ver la película, puede terminar dudando si verdaderamente los sentenciados a muerte deberían pagar tal precio por sus fechorías. "A sangre fría" (1966) es una de las pocas, sino la única obra que logró combinar de forma perfecta la literatura y el periodismo. Es por eso que a Truman Capote se le admira y respeta por aquella magnífica obra literaria. La experiencia de este autor en la cinematografía, una ardua e incesante investigación sobre el caso, la ayuda de Nelle H. Lee (su compañero de investigación) y de las personas cercanas a las víctimas y victimarios, y una intromisión del autor en aquella historia, logran entremezclarse de la manera más sutil para así convertir una obra en una de calidad inigualable.
En la obra, el narrador que es omnisciente va presentándonos a los personajes (la familia Cuttler y los asesinos) que en un momento de la obra se encuentran y he ahí donde la trama empieza, donde la situación detonante de la narración se comienza a dar. Las investigaciones, testimonios y sentimentalismos encontrados van dándose para que poco a poco nos lleve al inminente final: Las muertes de Dick y Perry a manos de la justicia.
En la película “Capote” (2005), se muestra ya desde un principio el asesinato de los Cuttler. El personaje que hace de Capote, se interesa por escribir ese hecho impactante. Comienza a surgir, pues, una relación profunda entre el escritor y los asesinos. Sólo él llega a informarse perennemente por estos últimos; los testimonios, los sentimientos de culpabilidad, la razón por haber actuado virulentamente, sólo Capote llega a enterarse. Es así como se va desenvolviendo la trama de la película hasta llegar al último acto: la muerte de los asesinos en manos de la Justicia.

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